miércoles, 30 de septiembre de 2009

Melancolia




Leyendo un libro, un día, de repente, hallé un ejemplo de melancolía: Un hombre que callaba y sonreía, muriéndose de sed junto a una fuente.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Disculpas



















Si un hombre pisa a un desconocido
en el mercado,
ofrece cortésmente disculpas
y una explicación
("¡Este lugar está tan enormemente
lleno!).

Si un hermano mayor
pisa a su hermano menor,
dice: "¡Lo siento mucho!"
y ahí queda eso.

Si un padre
pisa a un hijo suyo,
no se dice absolutamente nada.

La mayor educación
está libre de toda formalidad.
La conducta perfecta
está libre de preocupaciones.

La sabiduría perfecta
no está planificada.

El amor perfecto
no necesita demostraciones.
La sinceridad perfecta no ofrece garantias.

viernes, 15 de mayo de 2009

Reflejarse en el Aire




















... Muchas veces olvidamos que realmente el ser humano necesita no estar solo. Tarde o temprano caerá en el mismo pozo. En algun momento necesitará reflejarse en el aire.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Si todos leyeramos TAO...

En el país de Tsoi, un tal Kouo era muy rico. En el país de Song, un tal Hiang era muy pobre. El pobre fue a preguntar al rico cómo había procedido para enriquecerse.- Robando, le contestó aquel.- Cuando empecé a robar, al cabo de un año tuve lo necesario, a los dos años tuve la abundancia, a los tres, la opulencia y así me convertí en un gran notable.

Aunque Hiang se confundió respecto al término robar, no pidió más explicaciones. Colmado de alegría, se despidió de él y se puso inmediatamente manos a la obra. Saltando tapias o atravesándolas, se apoderaba de todo cuanto podía. Prestamente arrestado, tuvo que devolverlo todo e incluso perdió lo poco que poseía anteriormente, demasiado feliz por haberse salido de forma tan leve del asunto. Convencido de que Kouo le había engañado, le fue a pedir cuentas.

-¿Cómo te las arreglaste? preguntó Kouo, asombrado.

Cuando Hiang le hubo contado sus maneras... -¡Ah, dijo Kouo, no es con este tipo de robo que me he enriquecido! Yo, según el tiempo y las circunstancias, he robado las riquezas del cielo y la tierra, de la lluvia, de los montes y valles. Me apoderé de aquello que había hecho crecer y madurar los animales salvajes de las praderas, los peces y las tortugas acuáticas. Todo cuanto tengo, lo robé a la naturaleza, pero antes de que fuera de alguien; sin embargo, tú robaste lo que el cielo ya había dado a otros hombres.

Hiang se marchó descontento, convencido que Kouo seguía engañándole. Se encontró con el Maestro del barrio del este y le contó su caso. -¡Pues claro!-, le contestó éste; toda apropiación es un robo. Pues si el ser, la vida, es el robo de una parcela de la armonía del ying y del yang, con más razón, cualquier apropiación de un ser material es un robo a la naturaleza. Pero hay que distinguir entre robo y robo. Robar a la naturaleza es el robo común que todos cometen y que no es castigado. Robar a alguien es el robo particular que los ladrones cometen y que es castigado. Todos los hombres viven de robar el cielo y la tierra y no por ello son ladrones.